La Dirección General de Epidemiología realizó una capacitación de manera virtual sobre manejo de dengue en pediatría. La actividad formó parte del proceso continuo de actualización de conocimientos que se lleva adelante en toda la provincia instruyendo a los profesionales.
Estuvieron a cargo de los especialistas Eduardo Yfran, Yanina Vanesa Arce y Claudia Vratnica. Los médicos pediatras hicieron hincapié en los signos de alarma en los niños y adolescentes.
"En menores de dos años, especialmente en menores de seis meses, la clínica característica como dolor retroocular detrás de los ojos- y cefalea, no va a estar representada porque los chicos no saben manifestar. Entonces, nos tenemos que basar en el llanto persistente, la irritabilidad y generalmente manifestaciones respiratorias que se pueden confundir con cuadros infecciosos virales. El inicio de la enfermedad puede pasar desapercibido y la fase crítica puede aparecer de manera súbita en pediatría", explicó a los participantes el doctor Eduardo Yfran.
Al mismo tiempo, precisó que el dengue se divide en tres fases, la primera es la febril, luego crítica y la tercera de recuperación. Ese es el curso habitual y normal de la enfermedad. El tiempo febril puede ser entre 1 a 7 días, pueden aparecer exantemas y tener síntomas digestivos. Las complicaciones se suelen dar por la falta de hidratación.
En la atención primaria, sostuvo que hay que insistir en los signos de alarma en los pacientes. Al bajar la fiebre, Yfran indicó que hay que estar atentos al dolor abdominal intenso y continuo; mareos, desmayos, somnolencia, irritabilidad; vómitos persistentes, sangrados en encías, vómitos o materia fecal-. En los adolescentes, hay que tener especial cuidado en la metrorragia -sangrado del útero que se produce entre períodos-.
Por su parte, la doctora Vanesa Arce precisó que los signos de alarma son: vómitos, nauseas, exantemas y mialgia dolor muscular-, dolor abdominal intenso, irritabilidad y sangrados. Aclaró que no es necesario un laboratorio para confirmar que es dengue y que en caso de sospecha se debe derivar a un centro de mayor complejidad con cuidados intensivos.
A la vez, comentó que los cuidadores de los pacientes deben estar atentos a "el número de cambio de pañales, el color de la orina, cuántas veces van al baño los niños más grandes, si tienen dificultad respiratoria o alteraciones hemorrágicas digestivas y respiratorias".
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