Desde la madrugada del 20 de diciembre de 2022 y hasta la noche de ese día, más de cinco millones de argentinos fueron a recibir a los campeones de la copa del mundo.
Era algarabía y música en todos los rincones del país.
Todos, desde la simpática abuela hasta los más pequeños, cantábamos abrazados a la celeste y blanca: "Muchachos, ahora solo queda festejar. Ya ganamos la tercera, ya somos campeón mundial".
Muchos de esos pibes, muy jóvenes, pronto volvieron a sus clubes de juego habitual, con millonarios contratos, a iniciar una nueva temporada de competencia.
¿Pero qué va a pasar con esos pibes dentro de 40 años? Cuando lleguen a la edad establecida en la Ley N°24.241.
¿Cómo se jubilan en argentina los jugadores profesionales de fútbol? ¿A qué edad se retiran?
Los futbolistas comienzan su carrera a muy temprana edad y correr detrás de una pelota es lo que hacen durante gran parte de su vida. Los entrenamientos por las mañanas, las siestas necesarias por las tardes y los fines de semana de competencia forman parte de la rutina de su trabajo. Sus vidas están rodeadas de éxitos y fama, pero también de olvido. Cuando la pelota deja de rodar, el vacío es enorme y nadie los prepara para el día después, un tema del que no quieren hablar. Ser fuertes mentalmente y tener un proyecto a futuro ayuda a que el retiro sea lo menos cruel posible.
Según una investigación de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), el 38% de los jugadores sufre depresión o problemas psicológicos, sobre todo aquellos que atravesaron lesiones graves. Este mismo ente, en 2020 dio a conocer que como consecuencia de la pandemia de COVID-19 se incrementó el porcentaje de síntomas relacionados con la depresión o la ansiedad ante la falta de competencia deportiva. De los futbolistas retirados, el 28% tienen problemas para dormir. La depresión y la ansiedad afecta al 13%.
Una vez que el futbolista cuelga los botines, no siempre tiene la posibilidad de seguir ligado al deporte que ama y que realizó durante gran parte de su vida. El abandono que sufren muchos cuando dejan de salir a la cancha y pasan al anonimato, lleva a que varios pasen por situaciones depresivas, las cuales sin acompañamiento son difíciles de superar. "Se deprimen porque no han podido desarrollar otra zona de interés a lo largo de su vida. Solo el 13% recurre a ayuda profesional previa al retiro. No pasa por el dinero que ganaron, pasa por qué hacer con sus vidas.
Muchos exjugadores mayores de 65 años están pasando un muy mal momento. La mayoría de ellos no solo no hizo diferencia económica con la actividad. También les fue difícil reinsertarse. "El famoso día después".
Muchos exfutbolistas tal vez no tuvieron suerte para poder ingresar en el ámbito privado o público y cuando llegan a una edad, todas las carencias se notan.
En 2019, la Asociación del Fútbol Argentino presentó un fondo de retiro para los futbolistas que contempla a las futbolistas profesionales. El programa se denominó "Fondo Final de Carrera" y consiste en un fondo de retiro para quienes deben dejar la actividad profesional.
Para percibir el subsidio, los beneficiarios deben acreditar haber jugado, como mínimo, seis años sucesivos. La suma a percibir es el básico del jugador multiplicado por los años que jugó y se paga por única vez.
Actualmente, se calcula que la edad media de retiro de un futbolista se sitúa en torno a los 37 o 38 años, aunque esta cifra puede reducirse dependiendo de algunos factores, como el tipo de vida y alimentación que lleve fuera del campo, los excesos en los que pueda llegar a caer o, naturalmente, de las lesiones que pueda llegar a sufrir.
Por lo que una vez que se retiran del juego profesional, todavía les queda por vivir unos 30 años hasta llegar a la edad jubilatoria.
Muchos de los jugadores que en el mejor momento de sus carreras ganaron mucho dinero y no supieron planificar y gestionar eficientemente, de manera de tener una vida adulta más tranquila y con las necesidades básicas satisfechas, lo que llevó y lleva a muchos deportistas profesionales a vivir prácticamente en ruinas, intentando apenas sostenerse con la jubilación ordinaria y mínimas que el estado argentino asegura a todos los habitantes, es decir que, no por haber llegado a la máxima gloria de ser recibidos por todo el pueblo que los esperaba, una vez cumplidos los 65 años, tendrán una jubilación preferencial.
Los jugadores de fútbol, específicamente, y la mayoría de los deportistas profesionales no tienen un régimen de jubilación especial, más allá de lo especialísima que es la actividad que desarrollan, a diferencia de los bailarines del teatro Colón, que sí tienen un régimen especial de jubilación, en cuanto pueden jubilarse antes de la edad requerida y con menos años de aportes.
En otros países de Europa, los jugadores de fútbol tienen un régimen especial, teniendo en cuenta la intensa actividad que desarrollan, entre los 18 y 35 años y los aportes, muchas veces millonarios, que realizan al sistema de seguridad social.
En nuestro país, todavía ese régimen especial para deportistas profesionales es una deuda pendiente, lo que llevó a que muchos reconocidos jugadores, aclamados en otros tiempos por los premios obtenidos, lleguen a la vejez completamente desprotegidos y teniendo que hacer "changas", como muchos jubilados, para poder sobrevivir.
También es importante tener presente que en el mejor momento de cada profesional es cuando debería tener en su entorno al mejor equipo de profesionales que no solo cuiden de su cuerpo para un mejor rendimiento en la cancha, sino también al mejor equipo de profesionales que planifique los ingresos de modo tal que, aún cuando se retire, siga produciendo sus frutos y tengan una vejez sin sobresaltos, con una muy buena calidad de vida y con todas la necesidades básicas suficientemente cubiertas.
Sin esa planificación, los héroes deportistas terminarán sus días con una jubilación mínima a los 65 años, si es que completan los 30 años de aportes. De lo contrario, solo tendrán derecho a una Pensión Universal Para Adultos Mayores.
Por Silvia Zarza Egresada de la UNNE. Directora de Zarza & Asociados.
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