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IA y Educación: experiencias en el sistema educativo y el aula

La llegada del ChatGPT masificó el concepto de Inteligencia Artificial y la educación es uno de los ámbitos en los que incidió notoriamente. Especialistas en tecnología educativa de Argentina, Paraguay y Uruguay coinciden en que aún se está "en fase de prueba piloto", con docentes e instituciones que miran la IA como amenaza u oportunidad, y hasta la sobredimensionan, pero en su mayoría reconociéndola como una herramienta que repercutirá en los procesos de enseñanza.

Si bien desde hace décadas que existen tecnologías con inteligencia artificial, en los últimos años se registró un mejor aprovechamiento en distintos ámbitos.


Pero el lanzamiento el 30 de noviembre del 2022 del ChatGPT, una aplicación de "robot de charla" de inteligencia artificial, contribuyó a masificar este concepto en la sociedad.


La educación fue una de las actividades humanas que prontamente sintió la llegada de esta tecnología generando múltiples miradas sobre cómo puede incidir en la relación estudiantes/docente/institución educativa.


Para conocer la realidad de la irrupción de la IA en la educación en países de la región, tres especialistas de trayectoria en tecnologías educativas opinan sobre cómo el sistema educativo está posicionándose frente a esta "tecnología disruptiva".


El magíster Diego Craig y los doctores Félix Alberto Caballero Alarcón y Domingo Borba Franco, de Argentina, Paraguay y Uruguay, respectivamente, coinciden en que aún se atraviesa un tiempo de "asombro", de "confusión", con experiencias todavía aisladas, pero afirman en que no quedará en una moda, sino en una tecnología que transformará el ejercicio profesional.


Primeras experiencias


"La IA representa una nueva era en el proceso de enseñanza, con docentes que pueden enriquecerse con el uso de esta tecnología o sentirse desplazados por ella", señala Craig, experto en Tecnología Educativa, conferencista, autor de distintos libros y trabajos sobre nuevas tecnologías y educación, y referente en esta área de la Dirección General de Educación Superior del Ministerio de Educación la provincia de Corrientes.


Comentó que aún existen muy pocos estudios con rigor científico que abordan el impacto de la IA en el proceso educativo, existiendo experiencias documentadas en ciertos contextos de Estados Unidos y Europa que demuestran que quienes la aprovechan y aprenden a manejarla se fortalecen como profesionales.


A su entender, en Argentina las experiencias aún son escasas, con propuestas alentadoras, pero en el marco de una utilización "fragmentada" por iniciativas particulares de docentes, instituciones u organismos.


"El tema aún está en sus inicios, observo que hay docentes que la están aprovechando, pero no en la escala que lo pensé cuando salió el ChatGPT", opinó.


Expresó que existen docentes que ven a la IA con miedo, o como algo catastrófico y otros que la ven como una solución mágica. "Pero más allá de las discusiones, lo importante es que los debates sobre los alcances de la IA no nos impidan avanzar, porque si no avanzo yo, avanza el que está al lado, avanza mi colega".


La fase del asombro


"En Paraguay estamos en la fase del asombro, de ver qué cosas se pueden hacer", refirió por su parte Caballero Alarcón, académico y referente de la Dirección General de Investigación Educativa del Ministerio de Educación y Ciencias.


Así, consideró: "La IA está presente en la escuela, pero no podemos decir que integra procesos de enseñanza. Son experiencias aisladas, positivas, pero que conforman todavía capas muy superficiales de su potencial para transformar prácticas en la educación".


Explicó que, desde el lado de la gestión educativa, vienen analizando las experiencias en otros países de la región, y consideran que el denominador común es que "aún se está observando cómo se mueve esta novedad, pero está costando que sea incorporada en iniciativas gubernamentales de gran alcance".


Caballero, autor de distintas investigaciones sobre tecnología y educación y que recientemente participó del estudio "Inteligencia Artificial en el mejoramiento de la enseñanza y aprendizaje", remarcó que "si en Paraguay la implementación de tecnología en educación siempre fue dificultosa, como lo fue incorporar internet o celulares en el aula, más aún podría resultar la incorporación de la IA, que es de mayor complejidad".


Aprovechar recursos


En el caso de Uruguay, es un país con una sólida política de incorporación de tecnología en los procesos educativos, con la totalidad de los centros educativos con internet inalámbrico y 100% de estudiantes de entre 6 y 15 años con dispositivo propio.


Borba Franco, académico de ese país, comentó que existen dos instituciones que lideran la formación docente en el ámbito no universitario y que apoyan al Estado, que son CEIBAL y Fundación Telefónica, y que están promoviendo, ya desde 2017 el uso de la IA con mucho fervor, con reflexión y espíritu crítico, pero con la premisa de que hay que usarla porque genera mejores procesos de enseñanza y aprendizaje.


En ese contexto, según su opinión personal, por un lado, hay centros educativos que están más predispuestos porque tienen infraestructura y docentes que se animan, con docentes "pro" que asumen los retos, aunque también existen docentes que están muy resistidos al uso con los estudiantes.


"Es muy gráfica y clara la expresión de la UNESCO de que la IA debería ser un copiloto, con el docente en el rol de piloto que utiliza esta tecnología como apoyo, para acompañar y potenciar procesos" refirió.


Estimó que el camino de la IA será análogo a lo que pasó con la llegada de Internet, Google, e incluso más atrás con la imprenta, "con resistencia, aceptación, pasos atrás, y al final habrá una aceptación o naturalización, pero lo bueno es que la educación acompañe los procesos sociales de aprovechamiento de esta nueva tecnología".


El rol docente


Los especialistas consultados profundizaron en el posicionamiento docente frente a "la disponibilidad de la IA al alcance de todos".


Para Caballero Alarcón, la docencia requiere reflexionar sobre esta nueva herramienta que irrumpe y que puede favorecer o condicionar la tarea cotidiana frente al aula.


Comentó que, en instituciones educativas de Paraguay donde hicieron observaciones de clases, pudieron corroborar que muchas herramientas de IA están en los teléfonos de los estudiantes, lo que expone la necesidad de incluir esta innovación en el aula.


Mencionó la necesidad de visibilizar la real dimensión de la tecnología IA, que no se reduce a ChatGPT, y menos aún al uso generalizado para "hacer la tarea" por parte de los estudiantes o de planificar por parte de docentes.


Ante ello, comentó que en el estudio realizado en Paraguay se sugiere que el Ministerio de Educación pueda sistematizar y difundir los resultados de los proyectos piloto con componentes de IA y la instalación de espacios pedagógicos de experimentación, de forma que estas tecnologías puedan acelerarse en la educación pública.


"Hay un horizonte nuevo, una promesa grande de la cual todos estamos esperando para ser mejores, docentes, estudiantes y demás actores educativos", concluyó.


Potenciar la profesión


Para Craig, la formación será clave para poder entender la tecnología, y así, a ese conocimiento, complementarla con estrategias propias de aprovechamiento de la IA y conseguir mejores prácticas de enseñanza.


Señaló que un excelente docente, con buena pedagogía y buen diálogo con sus alumnos, pero que no use IA, corre el riesgo de quedar en un nivel inferior con respecto a un docente de buena calificación, pero que se complemente con el uso de esta herramienta.


"Es muy importante experimentar, no solo para estar al día como profesionales, sino para no privar a los estudiantes de poder aprender mejor porque en definitiva eso es lo que facilita este desarrollo", expuso.


En sus conferencias, Craig suele remarcar que "lo que no debería ocurrir" es que un docente elabore sus propuestas con IA sin aportes de su propia reflexión o conocimiento, el estudiante responda con IA sin leer la respuesta, porque la interacción quedaría entre dos inteligencias artificiales, y el ser humano quedaría a un costado.


Comentó los alcances del proyecto "Narrativas Inteligentes", un espacio de aprendizaje colaborativo a través de un proceso de cocreación de libros digitales entre docentes y estudiantes de institutos superiores de formación docente de Corrientes, haciendo uso de herramientas de inteligencia artificial generativa, que posibilitó la edición de casi 100 libros digitales, "que son un testimonio de este impacto, centrado en el control, la experiencia y la sabiduría humana por sobre la de la máquina, combinando la accesibilidad digital con la calidad educativa".


"Desde hace tiempo destaco que el docente debe pasar de ser el principal proveedor de conocimiento a convertirse en un facilitador en un entorno de aprendizaje enriquecido por tecnologías que ahora suman a la IA. Los acuerdos previos sobre cómo se desarrollará un proceso de enseñanza son más importantes que nunca" resaltó.


Modernizar la enseñanza


Para Borba Franco, el problema no es la IA, sino el modelo de enseñanza y el rol docente que deben actualizarse.


"El ChatGPT no expuso la necesidad de cambio del modelo de enseñanza, eso era algo que debía cambiar hace mucho. Lo que hace la tecnología, y lo hizo siempre, es acelerar procesos, que fue lo que pasó con Internet, Google, y ahora con IA".


Graficó que, si el modelo de enseñanza es tradicional resulta muy sencillo utilizar la inteligencia artificial para usos acotados o básicos como responder la pregunta del docente, hacer tareas o planificar una clase.


"No podemos generar personas dependientes de una tecnología, y que no interactúen. Si el docente abusa de la IA es grave y más aún si lo hace el estudiante. La clave es que, mediante el pensamiento crítico, podamos mediar en el uso de ellas para que realmente sea útil".


Sobre esa afirmación, aludió que "ahora está todo en internet", lo que no está en internet es cómo aprende Juan, cómo aprende Daniel o Mirian. Eso es el contexto educativo y es una construcción del docente con apoyos, entre ellos de la IA".


Recordó que Netflix tardó 3,4 años en lograr un millón de usuarios, y Chat GPT tardó cinco días en reunir esa cantidad, gran parte de los cuales son estudiantes, y de allí la importancia de que el sistema educativo no mire hacia otro lado.


Desde su mirada, discutir si se usa o no inteligencia artificial en la escuela no tiene sentido, porque en su casa o en la calle el estudiante tiene acceso a esta tecnología.


"La escuela debería ser el lugar donde el estudiante aprenda a hacer un uso bueno, responsable y creativo de la IA. Somos los docentes quienes decidimos si lo hacen sólo y como pueden, o lo hacen con nosotros".

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